Un consorcio de constructoras formado por Dragados y Drace Geocisa —filiales ambas del grupo ACS— se ha adjudicado el contrato para proyectar y ejecutar la primera fase de la construcción de la nueva estación potabilizadora de aguas en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, un proyecto valorado en 149 millones de euros que forma parte de los planes del Canal de Isabel II para renovar las infraestructuras hidráulicas de la Comunidad de Madrid.
La modernización de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Colmenar Viejo es uno de los grandes proyectos del Canal, dado que se trata de la mayor planta potabilizadora de Madrid y una de las más grandes de España. Puesta en servicio en 1976, suministra agua de forma diaria a más de 3 millones de personas, pudiendo llegar a tratar hasta 1,4 millones de metros cúbicos de agua cada día, un volumen similar al consumido por todos los residentes en la Comunidad de Madrid.
El organismo público encargado de la gestión del agua en la región madrileña ha resuelto así uno de sus mayores concursos de los últimos tiempos en un momento de importante actividad inversora de la empresa pública dependiente del gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
De esta forma, la mesa de contratación del Canal ha propuesto a la unión temporal de empresas (UTE) conformada por Dragados y Drace Geocisa como adjudicataria del contrato, después de lograr la mejor puntuación en el concurso y presentar una oferta económica de 148,8 millones de euros, IVA excluido.
El importe de adjudicaión es un 14% inferior a los 173,5 millones inicialmente previstos en el expediente de contratación, que contempla un plazo de 67 meses (cinco años y medio) para ejecutar la obra, de los cuales el primer año se destinará a redactar el proyecto constructivo, y los siguientes seis meses a su puesta en marcha.
La infraestructura está considerada como "estratégica" por la sensible afección que tiene sobre la ciudadanía. Por esta razón, la remodelación de la ETAP se acometerá en tres fases, de forma que se garantice la operatividad del servicio. Las fases 2 y 3 de la obra, que se ejecutarían posteriormente, contemplan inversiones sucesivas de 93 y 47 millones de euros, elevando el coste total de modernizar la planta a los 313 millones de euros.
La resolución del contrato se ha demorado varios meses y ha postergado los planes iniciales del gobierno de Ayuso, que contemplaban arrancar las obras a finales de 2022. Este acuerdo será elevado al Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que debe dar la aprobación definitiva.
Fuente: www.eleconomista.es