Los cargaderos de carbón y azufre serán las primeras instalaciones de Repsol Petróleo situadas en el que se desmantelarán tras el traslado de parte de sus actividades a la dársena de punta Langosteira. Así lo aprobó este martes el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, que detalló que los trabajos de demolición aún tardarán varios meses en comenzar, ya que antes es necesario disponer de las autorizaciones administrativas.
Las construcciones situadas en el muelle petrolero que desaparecerán en primer lugar ocupan una superficie construida de 2.600 metros cuadrados, aunque el área en el que se encuentran alcanza los 5.000. Entre ellas se encuentran unos silos de 30 metros de altura , una torre de intercambio de 24 metros y las naves de descarga de carbón y de azufre. También se desmontarán la cargadora de buques, tolvas, cintas transportadoras de entre 7 y 17 metros de altura, filtros y motores que suponen un volumen total de 40.000 metros cúbicos.
Se tratará del primer paso para la marcha de Repsol del puerto interior tras la decisión de llevar sus operaciones de carga y descarga a Langosteira. El acuerdo alcanzado en 2013 por la compañía y la Autoridad Portuaria establecía que el 14 de abril de 2018 debería comenzar su actividad de descarga de materias primas en la nueva dársena, aunque ese plazo se superó ampliamente, puesto que no fue hasta el 2 de marzo de 2023 que se efectuó el primer desembarco de petróleo crudo.
Detrás de ese retraso de cinco años se encuentran contratiempos como el surgido por la demora en la construcción del poliducto que conecta el puerto exterior con la refinería y del nuevo pantalán de esa dársena. Repsol y Autoridad Portuaria coruñesa no han informado sobre cuándo comenzará la segunda fase del trasvase de actividades portuarias a Langosteira, que implican el 40% de las operaciones que realizaba la empresa en el puerto interior.
La concesión que posee en el muelle petrolero concluirá en 2027, por lo que ese año debería comenzar el desmontaje de las instalaciones que se encuentran allí, entre ellas los tanques de almacenaje de productos refinados. Una vez que desaparezcan esas construcciones, el suelo tendrá que ser sometido a un proceso de descontaminación para retirar los productos que se hayan acumulado allí desde 1964, año en que comenzó la actividad portuaria de la empresa en A Coruña.
El puerto petrolero está situado en la zona de San Diego, para la que las administraciones implicadas en el futuro de los terrenos portuarios deben decidir cuál será su futuro, aunque la alcaldesa, , ya se pronunció a favor de que en ese sector, además de otro tipo de equipamientos y servicios, también haya viviendas.
Fuente: www.laopinioncoruna.es